¡Cómo sufro por este precioso edificio! Tanto, que he decidido pintarlo como si estuviera recién restaurado: le he quitado los hierbajos, los desconchones, he reparado los agujeros por los que la intemperie comienza a destrozarlo... En esa virtud lo dejaré como si fuera verdad. ¡Qué lástima me da este edificio!
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