Alguien me ha dicho que el Juzgado, este precioso edificio emblemático y desgraciadamente destrozado, tardará muchos años en ser restaurado. Me he tomado la restauración por mi cuenta, he cogido los pinceles y lo he dejado como nuevo... dicho de otra forma, sabía que si tardaba mucho en pintarlo su estado sería tal que nunca llegaría a recordar como era. Lo he remozado, lo vuelvo a llenar de vida, le quito la continua telaraña de vehículos, la suciedad, le pongo algunos personajes de los que acostumbraban a entrar y salir cada día por sus puertas... lo prefiero así, a la caída de la tarde, cuando las luces le dan a través.
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